Fase de inspección previa

Con anterioridad a la valoración económica del estudio geotécnico, es preciso realizar inspección previa de la zona de estudio, para obtener de primera mano información del estado de la misma.

En esta visita inicial se contempla la conveniencia de emplear máquina retroexcavadora destinada a realizar vías de acceso para la maquinaria de sondeos hasta los puntos de prospección.

O incluso, valorar la necesidad de contar con un camión grúa para salvar obstáculos físicos y emplazar las maquinaria de campo dentro de la zona a investigar.

Así mismo, es imprescindible prever punto de suministro de agua para la realización de las perforaciones, pues precisan agua para refrigerar el utillaje y facilitar el avance de los sondeos en profundidad.

Tras la visita de inspección previa se planificará la campaña geotécnica, que consiste en definir el tipo y número de pruebas de terreno de forma coordinada con la dirección facultativa y en consonancia con la construcción proyectada siguiendo las pautas del Código Técnico de la Edificación (CTE) con el fin de elaborar la oferta económica del trabajo.

Fase de replanteo y ejecución de las pruebas de terreno

Es la fase más importante de todas, pues a ella pertenecen las etapas del estudio que se corresponden con la obtención de información sobre el terreno, en base a la cual se asentarán las conclusiones del estudio. Las etapas de esta fase son:

Etapa de inspección pormenorizada de la superficie de estudio

A esta etapa pertenece la confirmación de cartografía geológica previa y la toma de datos en campo por geólogo especialista, con el fin de evaluar el riesgo de estabilidad de taludes o el riesgo de inundabilidad de la parcela, entre otros. Así mismo, se seleccionarán las zonas más desfavorables de la zona de estudio para la ubicación de las pruebas del terreno, pues el buen desarrollo de la obra está condicionada por la información que de estas se desprenda y se evitarán imprevistos que pudieran multiplicar el coste de la misma.

Etapa de replanteo de las pruebas del terreno en campo

Esta etapa consiste en la ubicación en campo de todos los puntos de ensayo previstos en la campaña geotécnica, que habrán sido previamente marcados sobre plano topográfico con emplazamiento de la construcción prevista. El reparto de las distintas pruebas de terreno se dispone de manera representativa en el área a construir, no olvidando cubrir principalmente aquellos sectores que puedan resultar más problemáticos en el desarrollo de la obra.

Es muy conveniente el empleo de servicios topográficos para situar y acotar los puntos de ensayo sobre el terreno, lo cual se hace obligatorio en parcelas con pendiente. La acotación topográfica de las prospecciones servirá de referencia para evaluar los movimientos de tierra previstos hasta la cota de implantación de la construcción proyectada, y determinar así, el tipo de cimiento y profundidad que se precisará para alcanzar el empotramiento en un sustrato firme.

Parcela excavación y cimentación

Etapa de ejecución de las pruebas de terreno

Esta etapa consiste en la realización de las pruebas propiamente dichas en campo con la maquinaria y equipos adecuados por empresas del sector registradas y con experiencia demostrable. El tipo de pruebas de terreno se distinguen entre prospecciones directas e indirectas, en función de su procedimiento y de su alcance en profundidad.

¿Cómo se obtiene la información del suelo?

La planificación de las campañas geotécnicas establecen el tipo y número de prospecciones a realizar para el reconocimiento y caracterización del terreno en profundidad. Los puntos de reconocimiento debe acometerse en cantidad suficiente para tener elementos de juicio fundamentados y en cualquier caso cumpliendo las recomendaciones del DB SE-C Cimentaciones apartado 3. Estudio Geotécnico.

Prospecciones directas

Para la obtención de la información referente al suelo en profundidad se ejecutan calicatas para reconocimientos someros con un alcance máximo de hasta 3,5 m de profundidad.

Apertura de accesos para maquinaria de sondeos

Suelen llevarse a cabo en terrenos practicables, en la periferia de la huella de la edificación para no alterar el entorno de la cimentación. Para ello es necesario un preciso replanteo previo de las mismas.

Este tipo de pruebas tienen un reducido coste y aportan una valiosa información acerca de presencia de rellenos, suelos flojos, capas de alteración, inclinación de planos de discontinuidad en terrenos pizarrosos, aguas freáticas y grado de ripabilidad para determinar la dificultad de excavación del terreno. Es importante que este tipo de pruebas sean dirigidas y supervisadas por un geólogo especialista y por lo general sirven como complemento de prospecciones más profundas.

Cuando se requieren profundidades de reconocimiento superiores a los 3 m de profundidad, se realizan sondeos a rotación que permiten llegar a testificar los estratos influyentes en los asientos de la obra. El reconocimiento con sondeos en el ámbito geotécnico raras veces supera los 50 m de profundidad.

La localización de agua subterránea (nivel freático) se realiza a través de piezómetros que se instalan en los orificios de las perforaciones de reconocimiento. Para obtener datos fidedignos acerca de la oscilación de las aguas subálveas, se han de realizar al menos 2 medidas distanciadas como mínimo una semana, iniciando las lecturas pasado al menos un día después de la instalación de los piezómetros. La no existencia de agua también es un dato que hay que corroborar.

Prospecciones indirectas

Hay una gran variedad de ensayos que de manera indirecta complementan la información recogida mediante sondeos y calicatas. Entre los más frecuentes se encuentran los ensayos de penetración dinámica continua junto con ensayos geofísicos eléctricos y sísmicos; ensayos de permeabilidad, ensayos cross hole y down hole, etc.

Todos ellos tienen en común que precisan de la intervención de un técnico especialista de amplia experiencia para realizar interpretaciones de los resultados y establecer correlaciones que permitan definir un modelo geotécnico extrapolable a la totalidad de la parcela objeto de estudio. Geosphera Consultores dispone de técnicos sobradamente experimentados para hacer este tipo de interpretaciones.

Fase de muestreo para su ensayo en laboratorio

En esta fase el técnico supervisor selecciona las muestras más idóneas para someterlas a los ensayos de laboratorio pertinentes que permitan establecer los parámetros de cálculo necesarios con los que estimar entre otras variables, la tensión admisible del terreno, la cohesión y ángulo de rozamiento interno a considerar en hipótesis de estabilidad o la agresividad química del terreno a tener en cuenta para preservar la cimentación.

Fase de redacción de informe geotécnico y comprobación en obra

En esta última fase se redacta el informe geotécnico con toda la recopilación de la información tanto de prospecciones de campo, resultados de laboratorio y trabajo de interpretación y valoración de gabinete técnico con las conclusiones y recomendaciones técnicas pertinentes para las cuales el trabajo fue encargado.

Nuestra tarea culmina con la comprobación del grado de correspondencia de la hipótesis y extrapolación del modelo geotécnico contemplado en el informe, con la real distribución de los estratos de materiales en la fase de excavación de la obra.

Etapas básicas para la elaboración de un estudio geotécnico riguroso

1. Visita previa al área de estudio.

2. Toma de datos relevantes en campo por personal técnico.

3. Planificación de la campaña geotécnica, ubicación y prospecciones.

4. Realización de prospecciones de campo con supervisión técnica.

5. Selección de muestras para su ensayo en laboratorio.

6. Emisión de informe geotécnico con los datos, conclusiones y recomendaciones del estudio realizado.

7. Comprobación correspondencia del terreno de cimentación en fase de excavación según informe geotécnico emitido.